Lily Greenberg Call, asistente especial del jefe de gabinete en el Departamento estadounidense del Interior, ha acusado este miércoles al presidente Joe Biden de usar a los judíos para justificar la política estadounidense en la guerra genocida del régimen de Israel contra la asediada Franja de Gaza.

Call había trabajado en las campañas presidenciales tanto de Biden como de la vicepresidenta Kamala Harris, y era una activista y defensora de larga data de Israel en Washington y en otros lugares antes de unirse al gobierno.

Su carta de renuncia describió su entusiasmo por unirse a una administración que, creía, compartía gran parte de su visión para el país. “Sin embargo, ya no puedo en buena conciencia continuar representando a esta administración”, ha escrito.

“Creo que el presidente tiene que saber que hay personas en su administración que piensan que esto es un desastre. No solo para los palestinos, para los israelíes, [sino] también para los estadounidenses”, ha concluido.

Nakba

La renuncia de Greenberg Call coincide con el 76.º aniversario de la Nakba, o catástrofe, un día que conmemora la limpieza étnica de cientos de miles de palestinos a manos de paramilitares sionistas en 1948, lo que finalmente allanó el camino para la creación de facto de Israel.

“Nakba y Shoá, la palabra hebrea para Holocausto, significan lo mismo: catástrofe. Rechazo la premisa de que la salvación de un pueblo deba venir a costa de la destrucción de otro”, declaró Call en su carta.

Una serie de renuncias

Call se convierte en la segunda persona en renunciar al gobierno de Estados Unidos en la última semana, después de que el mayor Harrison Mann presentara su renuncia a la Agencia de Inteligencia del Departamento de Defensa el lunes, citando de manera similar el apoyo de Washington a la guerra en Gaza.

Y en marzo, Annelle Sheline, una oficial de asuntos exteriores en el Departamento de Estado, renunció a su cargo, según dijo, tras intentar en vano plantear sus preocupaciones sobre el apoyo de Washington al régimen de Tel Aviv a través de cables de disenso y hablando en las reuniones del personal. Todos estos fueron inútiles “mientras Estados Unidos siga enviando un flujo constante de armas a Israel”, agregó.

El 26 de abril, la portavoz en árabe del Departamento de Estado, Hala Rharrit, anunció su renuncia por la política de Washington sobre la guerra en Gaza, poniendo fin a sus 18 años de servicio en el gobierno.

Fuera del Departamento de Estado y el ejército de EE.UU., otro designado político de Biden renunció a principios de este año. Tariq Habash, un alto cargo político en el Departamento de Educación, renunció en enero.

Todos los renunciantes se han decepcionado por el hecho de que Washington todavía no ha utilizado ningún verdadero apalancamiento para frenar la conducta de Israel en la guerra.

Fuente;mkh/nncl/Hispantv